Asociación de Padres Alejados de sus hijos
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SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL (SAP)
Por François Podevyn (4/4/2001)
(francoispodevyn@yahoo.fr)
traducción por Paul Willekens (9/6/2001) (paul.willekens@chello.be)
PREFACIO
1. ¿Qué es el síndrome de
alienación parental?
1.1. Definición
1.2. Historia
1.3. Orígenes
1.4. Consecuencias para los hijos
1.5. ¿Cómo reaccionar?
2. ¿Cómo identificar
el síndrome de alienación parental?
2.1. ¿Cómo identificar un padre alienador?
2.2. ¿Cómo identificar un niño alienado?
2.3. ¿Cómo ver la diferencia entre un síndrome de alienación parental y un caso
de abuso o de descuido?
3. ¿Cómo tratar al le
síndrome de alienación parental?
3.1. Medios legales y terapéuticos
3.2. Terapia familial en la segunda etapa (media)
3.3. El programa de transición en la tercera etapa (grave)
4. Los aspectos jurídicos y
legales
4.1. Contexto legal en los Estados Unidos
4.2. El código civil alemán
4.3. Las Cortes Europeas
5. Los padres que han tenido
éxito...
6. Referencias
PREFACIO
Hace 6 meses, no sabía nada del P.A.S. - o sea del S.A.P. en españoles de que me
separé de la madre de mis 3 hijos, los veo alejarse de mí cada día más, a pesar
de todos mis esfuerzos. Gracias al Internet encontré - igual como Ustedes - una
literatura abundante sobre este sujeto.
Este documento tenía como objetivo de ofrecer un resumen para los abogados, los
jueces, los procuradores y otros expertos de los
tribunales hispanohablantes que intentan de resolver este tipo de caso. También
lo dedico a las madres y a los padres que son víctimas de este síndrome, y
insisto en la necesidad de actuar inmediatamente.
No he inventado ni una sola línea de este documento. Todo sale de traducciones y
resúmenes de artículos en Internet. No es nada
exhaustivo y del todo perfecto. No soy ni jurista, ni médico, ni traductor. No
soy más que un padre que intenta entender. Todos
vuestros comentarios serán bienvenidos.
1. ¿Qué es el síndrome de alienación parental?
1.1. Definición
La alienación parental es un proceso que consiste en programar un hijo para que
odie uno de sus padres sin que tenga justificación.
Cuando el síndrome es presente, el hijo da su propia contribución en la campaña
de denigración del padre alienado. (GARDNER2 y GARDNER3,
1.2. Historia
1.2.1. La tradición considera que la mujer como madre sea más apta de ocuparse
de los hijos que el hombre.
1.2.2. Desde los años 60, las madres siguen más estudiando y haciendo una
carrera, mientras que los padres se implican más en las
actividades de la casa y se cargan más de los hijos.
1.2.3. En los primeros años 70, una ley permitiendo el divorcio "sin culpa"
provocó en los Estados Unidos una multitud de divorcios sin precedente.
1.2.4. Unos años después, una nueva ley organizó la "tenencia compartida",
imposible hasta entonces sin el acuerdo de la madre.
1.2.5. La idea que el interés de los hijos sea primordial y que el mejor
progenitor son ambos padres, tiene un efecto perverso: si los
padres no se entienden, el conflicto, en él que se juega la tenencia de los
hijos, se lleva delante los tribunales y degenera en una
guerra en la cual cada uno intenta demostrar que el otro es un mal padre.
1.2.6. En los años 80, se observa una escalada de conflictos y, en casos
extremos, el desvío del amor de los hijos por uno de los padres contra el otro
de los padres. El primero a dar un nombre a este fenómeno fue el psiquiatra
Richard Gardner: el "síndrome de
alienación parental". MAJOR, 6 a 11)
1.2.7. El síndrome se manifiesta en general con la madre de los niños, entre
otros porque hace falta mucho tiempo para su instalación y que a menudo es ella
quien tiene la tenencia principal. Sin embargo se presentan casos de papás
inestables, o en culturas donde tradicionalmente la mujer no tiene ningún
derecho tangible. (MAJOR,§31 y 33)
1.2.8. Desde los últimos años 90, el padre pasa más tiempo con sus hijos en el
contexto de tenencias compartidas. La proporción entre hombres y mujeres que
inducen tal disturbio psicológico en los hijos, tiene actualmente una tendencia
a equilibrarse. (GARDNER_ADDENDUM2,)
1.2.9. En los Estados Unidos y en Canadá más y más tribunales reconocen la
existencia de daños causados a los hijos víctimas del
síndrome de alienación parental, y tienen cuenta con ello en sus sentencias.
(GARDNER_ADDENDUM2, 17)
1.3. Orígines
En caso de separación es natural de preocuparse cuando los hijos se van de
visita por primera vez con el otro progenitor. En el comienzo los desvíos son
frecuentes, como el decir "Llámame en cuanto llegues", "Llámame si te da miedo,
iré a buscarte", etc. Si el progenitor es psicologicamente frágil, la ansiedad
puede crecer en vez de desaparecer, y se puede desencadenar el proceso de
alienación. (MAJOR, 35 y 36)
El progenitor alienador es a menudo una persona sobre-protectora. Puede ser
cegado por su rabia o puede animarse por un espíritu de venganza, provocado por
celos o por la cólera. (GARDNER2, 14 a 17)
Se ve como víctima, tratado injustamente y cruelmente por el otro progenitor,
del cual se quiere vengar dando de creer a los hijos que el otro tiene toda la
culpa. (LOWENSTEIN1, 15)
En familias que presentan disfuncionamientos, el fenómeno implica varias
generaciones. El progenitor alienador tiene el sostén de los miembros de su
familia, lo cual apoya su sentimiento de tener razón. (MAJOR, 53)
1.4. Consecuencias para los hijos
Se lleva el hijo a odiar y a rechazar un padre quien le quiere y cual necesita.
(FAMILYCOURTS, 3)
El lazo entre el hijo y el progenitor alienado será irremediablemente destruido
(GARDNER3, 66) Pues no se puede reconstruir el lazo entre el hijo y el
progenitor alienado, si ha tenido un vacío de unos años (GARDNER_ADDENDUM2, 2)
El progenitor alienado llega a ser un forastero para los hijos. El modelo
principal de los hijos será el progenitor patológico, mal
adaptado y teniendo un disfuncionamiento. Muchos de esos niños desarrollan
trastornos psiquiátricos serios (MAJOR, §57)
Inducir un síndrome de alienación parental a un hijo es una forma de maltrato.
En casos de abuso sexual o físico, las víctimas llegan un día a superar las
heridas y las humillaciones que han sufrido. Al contrario, un abuso emocional
tendrá de seguro repercusiones psicológicas y puede engendrar problemas
psiquiátricos durante toda la vida (GARDNER_ADDENDUM2, 2)
El síndrome de alienación parental puede inducir en los hijos víctimas una
depresión crónica, una incapacidad de funcionar en un
ambiente psicosocial normal, trastornos de identidad y de imagen, desesperación,
un sentimiento incontrolable de culpabilidad, un
sentimiento de aislamiento, comportamientos de hostilidad, una falta de
organización, una personalidad esquizofrénica y a veces el
suicidio. Estudios han mostrado que, en cuanto sean adultas las víctimas de tal
alienación, tienen una inclinación al alcohol y a la
droga, y presentan otros síntomas de un profundo malestar (FAMILYCOURTS,19)
El sentimiento incontrolable de culpabilidad sale del hecho que el hijo se
realiza, una vez adulto, que ha sido cómplice, a pesar de él, de una gran
injusticia infligido al progenitor alienado (LOWENSTEIN1,13)
El hijo alienado arriesga reproducir la misma patología psicológica que el
progenitor alienador (GARDNER3, 66)
1.5. ¿Cómo reaccionar?
1.5.1. Identificar el síndrome
1.5.2. Intentar una mediación
1.5.3. Ir al tribunal
1.5.4. Errores que hay que esquivar
1.5.1. Identificar el síndrome
El fenómeno que consiste en que un progenitor mete sus hijos contra el otro
progenitor, es una noción fácil de comprender. Sin embargo, históricamente, el
proceso a sido difícil para identificar. Por consecuencia hubieron interminables
procedimientos, junto con un montón de quejas y mezclándose en la búsqueda de
detalles, que a veces al final se evaporan espontáneamente (BONE-WALSH, 1)
Es importante, antes de diagnosticar esto, de estar seguro que el progenitor
alienado no merezca de ninguna manera de ser rechazado y odiado por
comportamientos realmente despreciables (LAMONTAGNE, page 81)
La tarea se debe confiar a un profesional de la salud mental, que conoce o que
ha estudiado este tipo de enfermedad. Hace de pasar una serie de testos
psicológicos a los padres, y formula recomendaciones (MAJOR, 65)
En sus guías para padres y profesionales, donde se muestra un pionero, Gardner
ha presentado una descripción detallada del
fenómeno, identificando una panoplia de comportamientos de los hijos y de los
padres (LAMONTAGNE, page 179 3)
1.5.2. Intentar una mediación
Una mediación destinado a encontrar un terreno de acuerdo y un modus vivendi, es
de mucho a preferir sobre una acción en justicia, que va a deteriorar de manera
dramática la relación entre los padres por un largo término (LOWENSTEIN2, 1)
Los profesionales de la salud, al corriente del síndrome de alienación parental,
de sus orígenes y de sus efectos, deben intervenir lo más rápido posible, para
impedir que los daños causados por la alienación se vuelvan irreversibles
(LOWENSTEIN1, 42)
Los padres se deben evaluar separadamente. Una vez cierto que ninguno de los
padres representa un peligro para los hijos, el trabajo de mediación puede
empezar. Uno de sus efectos será de esquivar la alienación de los hijos por uno
de sus padres. Si esta primera fase falla, hay que adoptar una actitud más dura
y recurrir al sistema judicial (LOWENSTEIN1, 43)
1.5.3. Ir al tribunal
Si el proceso se identifica - mismo si no ha dado fruto todavía debe ser visto
por los profesionales como una violación directa y
intencionada de una de las obligaciones más fundamentales de un progenitor: la
promoción y el estímulo de una relación positiva y
harmoniosa entre el hijo y su otro progenitor (BONE-WALSH,1 y 25)
El progenitor que anima sus hijos en ignorar los derechos de visita, debe ser
castigado por el tribunal para llamarlo al orden
(GARDNER_ADDENDUM 11)
No se puede admitir que un progenitor estable y capaz sea privado del derecho de
jugar su papel parental (LOWENSTEIN1, 57)
Sin amenaza de multas severas, de estancia en la cárcel o de perder totalmente
la tenencia, el progenitor alienador tendrá poca razón de cambiar (MAJOR, 69)
Otro interés de estas amenazas es de dar a los hijos alienados una excusa, que
necesitan para ir a ver el progenitor alienado, mientras que no dan decepción al
progenitor alienador: "Lo odio de verdad, voy solamente para que no te manden a
la cárcel." (GARDNER_ADDENDUM2,14)
Sin intervención exteriora y sin ayuda psicológica, es probable que el hijo no
se dé nunca cuenta de lo que se pasó (MAJOR, 58)
Se puede cuidar los hijos por una terapia apropiada, solamente a condición que
la acción venenosa del progenitor alienador sea
neutralizada (MAJOR, 74)
1.5.4. Errores que hay que esquivar
1) Tener en cuenta únicamente la opinión de los hijos Los hijos observados
parecen funcionar bien en la escuela. Su vida social
parece normal y, a primera vista, no presentan sicopatología particular. Sin
embargo, todos, en diversos grados, piden la cesación
de los contactos con el otro progenitor. Entonces se pone que, por el interés
del hijo, haya que terminar las visitas por ser "traumatizadas... no se debe
obligar el hijo..." ¡Y de repente se trataría del interés del hijo, de sus
derechos y de su necesidad
de tener nada mas que un sólo progenitor! (LAMONTAGNE, page 179, 2)
2) Ordenar que ambos padres decidan juntos del bienestar de los hijos Eso es
ignorar la amplitud del problema. De un lado hay que cesar de creer en la buena
voluntad del alienador, del otro lado hay que parar su acción nefasta utilizando
el sólo poder que tiene la sociedad, es decir recurriendo a la "función tercera"
(LAMONTAGNE, page 197, 1)
3) Ordenar una terapia familial tradicional Ordenar una terapia tradicional no
tiene efecto. Los padres que inducen un síndrome de
alienación parental no son candidatos a una terapia. Un candidato tiene que ser
consciente del hecho que tiene un problema psicológico y tiene que querer
curarse. Por lo que se refiere a los hijos, mismo con una sesión de terapia
diaria, el resto del tiempo sería utilizado para continuar adoctrinarlos. Se
puede comparar un progenitor alienador con un gurú de una secta. Para que una
desprogramación tenga éxito, el hijo debe ser cortado de todo contacto con el
autor de la adoctrinación. Finalmente, ordenar una terapia tradicional da al
progenitor alienador una ventaja, ya que el tiempo juega en su favor
(GARDNER_ADDENDUM2, 7 y 8)
2. ¿Cómo identificar
el síndrome de alienación parental?
2.1. ¿Cómo identificar un padre alienador?
En su libro "Protecting your children from parental alienation", el Dr Douglas
Darnall describió el progenitor alienador como producto de un sistema de
ilusiones, donde todo su ser se orienta hacia la destrucción de la relación
entre sus hijos y el otro progenitor (MAJOR, 28)
Para el progenitor alienador, el tener control total de sus hijos es una
cuestión a vida o muerte. No es capaz de individualizar (de
reconocer en sus hijos unos seres humanos separados de él) (MAJOR, 38 y 39)
El progenitor alienador no respecta las reglas y no tiene costumbre de obedecer
las sentencias de los tribunales. Presume que todo le es debido y que las reglas
son para los otros (MAJOR, 38 y 40)
El progenitor alienador es a veces sociópata y sin conciencia moral. Es incapaz
de ver la situación de otro ángulo que el suyo,
especialmente no del punto de vista de los hijos. No distingue la diferencia
entre decir la verdad y echar mentiras (MAJOR, 41)
El progenitor alienador busca desesperadamente a controlar el empleo de tiempo
de los hijos cuando son con el otro progenitor. Dejar salir sus hijos es como
arrancar una parte de su cuerpo (MAJOR, 45 y 46)
El progenitor alienador es muy convincente en su desamparo y en sus
descripciones. Muy a menudo la gente implicada llegan a creerlo (policía,
asistentes sociales, abogados y mismo psicólogos) (MAJOR,60)
El progenitor alienador finge de manera hipócrita su esfuerzo en empujar los
hijos a ir de visita con el otro progenitor (GARDNER2,22)
El progenitor alienador no es nada cooperativo y ofrece una gran resistencia al
examen por un experto independiente, quien podría
destapar sus manipulaciones (GARDNER1, 39 a 41)
Durante una evaluación el progenitor alienador puede enseñar unos fallos en su
razonamiento. Este se basa en mentiras y ilusiones, y a veces llega al absurdo y
lo increíble (GARDNER1, 43 a 45)
El progenitor alienador sostiene el hijo con sus propios alegaciones sin mirar
su grado de inverosimilidad (GARDNER1, 48 y 49)
Cuando la presencia de paranoia se descubre, la víctima del sistema se limita al
progenitor alienado. Durante los litigios, la paranoia se extiende a los que
defienden el progenitor alienado (padres, bogado) (GARDNER1, 91 y 92)
2.1.1. Los comportamientos clásicos de un progenitor alienador
Se observan a menudo los mismos comportamientos en el progenitor alienador,
quien sabotea la relación entre los hijos y el otro
progenitor: (CHILDALIENATION, 2)
1 Rehusar de pasar las llamadas telefónicas a los hijos.
2 Organizar varias actividades con los hijos durante el período que el otro
progenitor debe normalmente ejercer su derecho de visita.
3 Presentar el nuevo cónyuge a los hijos como su nueva madre o su nuevo padre.
4 Interceptar el correo y los paquetes mandados a los hijos.
5 Desvalorizar y insultar el otro progenitor delante los hijos.
6 Rehusar de informar el otro progenitor a propósito de las actividades en las
cuales están implicados los hijos (partidos deportivos, actuaciones teatrales,
actividades escolares...)
7 Hablar de manera descortés del nuevo cónyuge del otro progenitor.
8 Impedir al otro progenitor de ejercer su derecho de visita.
9 "Olvidar" de avisar el otro progenitor de citas importantes (dentista, médico,
psicólogo...)
10 Implicar su entorno (su madre, su nuevo cónyuge...) en el lavado de cerebro
de los hijos.
11 Tomar decisiones importantes a propósito de los hijos sin consultar el otro
progenitor (elección de la religión, elección de la escuela)
12 Cambiar (o intentar de cambiar) sus apellidos o sus nombres.
13 Impedir el otro progenitor de acceder a los expedientes escolares y/o médicos
de los hijos
14 Irse de vacaciones sin los hijos y colocarles con otra gente que el otro
progenitor, aunque este sea disponible y voluntario de
ocuparse de ellos.
15 Contar a los hijos que la ropa, que el otro progenitor les ha comprado, es
fea, y prohibirles de ponérselo.
16 Amenazar con castigo a los hijos si se atreven a llamarle, a escribirle o a
contactarle al otro progenitor de la manera que sea.
17 Reprochar al otro progenitor el mal comportamiento de los hijos.
2.1.2. Criterios de Identificación
Examinando 700 casos de separaciones conflictivas durante los 12 últimos años,
se han observado la presencia de 4 criterios, que
permiten de manera razonable de predecir que el proceso de alineación está
corriendo (BONE-WALSH, §1 y 24)
1. Obstrucción a todo contacto
2. Denuncias falsas de abuso
3. Deteriorización de la relación desde la separación
4. Reacción de miedo de la parte de los hijos
2.1.2.1. Obstrucción a todo contacto (BONE-WALSH, 6 y 7)
La razón más invocada es el hecho que el otro progenitor no sea capaz de
ocuparse de los hijos y que estos no se sienten bien cuando vuelven de la
visita. La última razón es la acusación de abuso (ver el criterio siguiente)
Otro argumento es el hecho que el ver al otro progenitor no sea conveniente para
los hijos y que estos necesiten un tiempo para adaptarse.
El mensaje dirigido a los hijos es que el otro progenitor no es mas un miembro
clave de la familia y que se ha relegado a un estatuto de conocido fastidioso y
que es una faena de ir a verlo.
Tal presentación de las cosas erosiona seriamente la relación entre los hijos y
el progenitor ausente. Además que en este contexto el menor cambio de planes de
las visitas es pretexto para anularlo.
El objetivo es de excluir el otro progenitor de la vida de los hijos. El
progenitor alienador se pone erróneamente como protector del hijo, violando el
principio que cada uno de los padres debe favorecer el desarrollo positivo de la
relación entre los hijos y el otro
progenitor.
2.1.2.2. Denuncias falsas de abuso (BONE-WALSH, 9 a 12)
El abuso más grave que se invoca es el abuso sexual. Ocurre en la mitad de los
casos de separación problemática, especialmente si los hijos son chicos y más
manejables. Las acusaciones de otras formas de abuso - los que dejan huellas -
son menos frecuentes.
El abuso invocado más a menudo es el abuso emocional. Un progenitor acusa el
otro por ejemplo de mandar los hijos a dormir demasiado tarde. En realidad, las
diferencias de juicio moral o de opinión entre los padres, son cualificadas por
el uno como abusivas del otro. Un progenitor puedo permitir al hijo a hacer una
cosa, de la cual sabe que el otro progenitor va a reprobarlo, para poder
acusarlo de abuso emocional.
El progenitor alienador utiliza las diferencias entre los padres como faltas del
otro progenitor, en vez de presentarlas como fuente de riqueza. El clima
emocional que se crea es claramente alienador para el hijo.
2.1.2.3. Deteriorización de la relación desde la separación (BONE- WALSH, 14 a
17)
Es el criterio mas decisivo.
Es importante que el examen de la relación de antes de la separación sea hecho
con mucha minuciosidad. Es corriente que el experto apuntado se contenta de la
descripción que los hijos dan de la situación actual, sin buscar a saber de que
naturaleza era su
relación antes de separarse.
2.1.2.4. Reacción de miedo de la parte de los hijos (BONE-WALSH, 19 a 22)
El hijo puede mostrar una reacción evidente, de miedo de desagradar o de ser en
desacuerdo con el progenitor alienador. El mensaje de este es claro: hay que
elegirme "a mi". Si el hijo desobedece a esta directiva, especialmente
expresando una aprobación hacia el progenitor ausente, el hijo aprenderá pronto
a pagar el precio. Es corriente que el progenitor alienador amenaza el hijo de
abandonarlo o de mandarlo a vivir con el otro progenitor. El hijo se pone en una
situación de dependencia y está sometido regularmente a unos testos de lealtad.
Este procedimiento actúa sobre la emoción más fundamental del ser humano: el
miedo de ser abandonado.
El hijo se ve obligado de escoger entre sus padres, lo que es en oposición total
con el desarrollo harmonioso de su bienestar
emocional.
En estas circunstancias, el hijo desarrolla una asiduidad particular de no
desplacer al progenitor alienador. Este puede hasta permitirse de dar la
impresión de ser sorprendido por la actitud de sus hijos, cuando manifiestan una
oposición hacia el progenitor ausente.
Para sobrevivir, estos hijos aprenden a manipular. Se hacen expertos prematuros
para descifrar el ambiente emocional, para decir nada más que una parte de la
verdad y, al fin y al cabo, para enredarse en las mentiras y exprimir emociones
falsas.
2.2. ¿Cómo identificar un niño alienado?
El progenitor alienador confía a su hijo, con fuerza de detalles, sus
sentimientos negativos y las malas experiencias vividas con el
progenitor ausente. El hijo absorba la negatividad del progenitor y llega a ser
de alguna manera su terapeuta. Siente el deber de
proteger el progenitor alienador (MAJOR, 55)
El hijo alienado siente que debe elegir el campo del progenitor alienador. Es él
quien tiene el poder y el sobrevivir del hijo
depende de él. No se atreve a acercarse del progenitor alienado. Solamente
contará lo que no le gustaba durante el derecho de visita. Un detalle o un
incidente aislado se monta de punta para el progenitor alienador, afirmando el
hijo en su idea que no le gusta
estar con el otro progenitor (MAJOR, 48 y 50)
Los hijos alienados entretienen las mismas ilusiones que el progenitor
alienador, en el procedimiento psiquiátrico, llamado "locura a dos" (GARDNER1,
91 y 92)
2.2.1. Criterios de identificación
Síntoma
(GARDNER3, 3 a 11) Explicación (MAJOR, 16 a 26)
1. Campaña de denigración Esta campaña se manifiesta verbalmente y en los actos.
2. Justificaciones fútiles El hijo da pretextos fútiles, poco creíbles o
absurdos para justificar su actitud.
3. Ausencia de ambivalencia El hijo está absolutamente seguro de él y su
sentimiento exprimido hacia el progenitor alienado es maniqueo y sin equívoco:
es el odio.
4. Fenómeno de independencia El hijo afirma que nadie lo ha influenciado y que
ha llegado solo a adoptar esta actitud.
5. Sostén deliberado El hijo toma de manera pensada la defensa del progenitor
alienador en el conflicto.
6. Ausencia de culpabilidad El hijo ne siente ninguna culpabilidad hacia el
denigramiento o la explotación del progenitor alienado.
7. Escenarios prestados El hijo cuenta hechos que manifiestamente no ha vivido
él, o que ha escuchado contar.
8. Generalización a la familia extendida El hijo extiende su animosidad a la
familia entera y a los amigos del progenitor
alienado.
2.2.2. Los tres estadios de la enfermedad del hijo
Estadio I
ligero En este estadio, las visitas se pasan en general de manera calma, con un
poco de dificultades en el momento del cambio de
progenitor. En cuanto el hijo esté con el progenitor alienado, las
manifestaciones de la campaña de denigramiento desaparecen o se hacen discretas
y raras. La motivación principal del hijo es de conservar un lazo sólido con el
progenitor alienador (GARDNER3, 20)
Estadio II
medio El progenitor alienador utiliza una gran variedad de tácticas para excluir
el otro progenitor. En el momento de cambio de
progenitor, los hijos, que se han enterado de lo que el progenitor alienador
quiere escuchar, intensifican su campaña de denigramiento. Los argumentos
utilizados son más numerosos, mas frívolos y mas absurdos. El progenitor
alienado es completamente malo y el otro completamente bueno. A pesar de eso,
aceptan de irse con el progenitor alienado y, una vez totalmente cortados del
otro progenitor, se ponen más cooperativos. (GARDNER3, 27 y 28)
Estadio III
grave Los hijos están en general perturbados y a menudo fanáticos. Tienen los
mismos fantasmas paranoicos que el progenitor alienador hacia el otro
progenitor. Pueden tomar pánico con la sola idea de tener que ir de visita con
el otro progenitor. Sus gritos, su estado de pánico y sus explosiones de
violencia pueden ser tales que ir de visita llega a ser imposible. Si a pesar de
eso se van con el progenitor alienado, se pueden huir, paralizarse por un miedo
mórbido, o ponerse de manera continua tan provocadores y
destructores, que llega a ser necesario de volverles al otro progenitor. Mismo
cortados del universo del progenitor alienador durante un periodo significativo,
es imposible de reducir su miedo y sus cóleras. Todos estos síntomas aún
refuerzan el lazo patológico que tienen con el progenitor alienador (GARDNER3,
38)
2.2.3. ¿Cómo identificar el estadio de la enfermedad en función de los
criterios?
Es primordial que se establezca una diagnosis correcta antes de elegir el
tratamiento a seguir. Un error de diagnosis puede conducir
a errores dolorosos causando un traumatismo psicológico significativo en todos
los partidos metidos. El estadio de la enfermedad no depende de los esfuerzos
hechos por el progenitor alienador, sino más bien del grado de "éxito" con el
hijo (GARDNER3, 17)
Síntomas Estadio ligero Estadio medio Estadio grave Campaña de denigramiento
mínimo medio fuerte
Justificaciones fútiles mínimas
moderadas
múltiples y absurdas
Ausencia de ambivalencia ambivalencia normal ninguna ambivalencia
ninguna ambivalencia
Fenómeno de independencia generalmente ausente presente presente
Sostén deliberado mínimo presente presente
Ausencia de culpabilidad culpabilidad normal poco o ninguna
culpabilidad ninguna culpabilidad
Escenarios prestados poco presente presente
Generalización a la familia extendida mínima presente enorme y fanática
Otros criterios Estadio ligero Estadio medio Estadio grave Dificultades en el
momento de ejercer el derecho de visita
generalmente ausentes medias enormes, o visitas imposibles
Comportamiento durante el derecho de visita bueno hostil y
provocador de vez en cuando destructor, siempre provocador o ninguna visita
Lazo con el progenitor alienador fuerte y sano fuerte y ligeramente
hasta mas o menos patológico gravemente patológico, a menudo paranoico
Lazo con el progenitor alienado fuerte, sano o un poquito patológico fuerte,
sano o un poquito patológico fuerte, sano o un
poquito patológico
2.3. ¿Cómo ver la diferencia entre un síndrome de alienación parental y un caso
de abuso o de descuido?
Cuando hijos manifiestan una animosidad hacia uno de sus progenitores, a veces
el otro progenitor llega a acusar el otro de
abusar de ellos (físicamente o sexualmente) o de no ocuparse de ellos
normalmente, mientras que este acusa el primero de haber programado los hijos
contra él. Es importante de ver la diferencia entre los dos casos. En presencia
de abuso o de descuido grave, la diagnosis de alienación parental no se aplica
(GARDNER1, 4)
Criterios Caso de abuso o de descuido Caso de síndrome de alienación
1) los recuerdos del hijo El hijo abusado se recuerda muy bien de lo que le ha
pasado. Una palabra basta para activar un raudal de
informaciones detalladas. El hijo programado no ha vivido realmente lo que el
progenitor alienador afirma. Necesita más ayuda
para "recordarse" los acontecimientos. Además sus escenarios son menos creíbles.
Cuando se interrogan separados, los hijos dan a
menudo versiones diferentes. Cuando se interrogan juntos, se echan más miradas
entre ellos que hijos víctimas de abuso (GARDNER1, y 51)
2) la lucidez del progenitor El progenitor de un hijo abusado se da cuenta de
los efectos desastrosos que trae la destrucción progresiva del lazo entre los
hijos y el otro progenitor, y hará todo para reducir los abusos y salvar la
relación con el progenitor que abusa (o descuida) el hijo. El progenitor
alienador no se da cuenta (GARDNER1, 59)
3) la patología del progenitor En el caso de comportamientos psicopatológicos,
un progenitor que abusa de sus hijos presenta
también estos comportamientos en otros campos de la vida. El progenitor
alienador se queda sano en los otros campos de la vida
(GARDNER1, 65 a 67)
4) las víctimas del abuso Un progenitor que acusa al otro de abuso de sus hijos
lo acusa en general también de abuso de él mismo. Un progenitor que programa sus
hijos contra el otro progenitor se queja en general solamente del daño que el
progenitor alienado hace a los hijos - aunque los reproches contra él no deben
de faltar, ya que había separación (GARDNER1, 71)
5) el momento del abuso Las quejas de abuso se tratan de mucho antes de la
separación. La campaña de denigramiento contra el progenitor alienado empieza
después de la separación (GARDNER1, 74 y 75)
3. ¿Cómo tratar al le síndrome de alienación parental?
La intervention psicoterapéutica se debe siempre de hacer dentro del cuadro de
un procedimiento legal y debe poder contar con el sostén del ambiente judicial
(LAMONTAGNE, página 183, 1)
3.1. Medios legales y terapéuticos
Estadio Enfoque legal Enfoque terapéutico
I - Ligero ninguno ninguno
II - Medio 1) dejar la tenencia principal al progenitor alienador
2) dar un mandato a un terapeuta para servir de transición durante las visitas y
para avisar el tribunal de los fallos
3) Surtir el rehuso del derecho de visita con sanciones: a. Una sanción
financiera (reducción de la cuota alimentaria)
b. una asignación de residencia (el tiempo que corresponde a la visita)
c. una breve estancia en la carcel
4) en caso de desobediencia crónica y de recidiva a pesar de la cárcel, dar la
tenencia al otro progenitor.
1) el terapeuta en carga de controlar las visitas se debe familiarizar con el
síndrome de alienación parental.
2) debe aplicar un programa terapéutico preciso.
3) debe poder relatar los fallos directamente a los jueces
4) el tribunal debe absolutamente hacer que se ejecuten las sanciones previstas.
III - Grave 1) trasladar la tenencia principal al progenitor alienado.
2) dar un mandato a un psicoterapeuta para ejercer un programa de transición.
3) ordenar eventualmente un sitio de transición. (mismo enfoque que el estadio
medio)
3.1.1. Tratar la enfermedad en el estadio I (ligero)
En general la simple confirmación por el tribunal que tiene la tenencia
principal hace de cesar la campaña de denigramiento del
progenitor alienador (GARDNER3, 22)
3.1.2. Tratar la enfermedad en el estadio II (medio)
El hijo ha creado en general un lazo mas fuerte con el progenitor que ha
asegurado la continuidad. Entonces es lógico de no quitarle la tenencia
principal del hijo.
Sin embargo la amenaza de tener que pagar una multa o de ir a la carcel puede
bastar para volver el progenitor alienador en el justo
camino, y al mismo tiempo da una excusa a los hijos para no traicionar ese
progenitor (GARDNER3, 29 a 31)
3.1.3. Tratar la enfermedad en el estadio III (grave)
La única salvación para el hijo es el cambio de tenencia. El carácter definitivo
de esta medida depende del comportamiento del progenitor alienador. Esta medida
debe ir junta con un tratamiento psicológico que se complica aún más porque el
hijo no quiere cooperar (GARDNER3, §40)
Esta falta de cooperación parece volver imposible el cambio de tenencia y la
creencia muy sembrada que quiere que mejor no se quita un hijo a su madre - en
el caso que ella sea el progenitor alienador - no importa el grado de locura,
explica la reticencia de los
tribunales para tomar una tal medida (GARDNER3, 41)
Si el traslado directo de los hijos hacia el progenitor alienado se revela
imposible, se puede considerar el pasaje por un sitio de
transición. El programa de transición debe seguirse por un terapeuta con mandato
del tribunal, donde debe tener un acceso directo a
propósito de la ayuda judicial y la producción de mandatos necesarios para el
éxito del plan (GARDNER3, 43)
3.2. Terapia familial en el estadio II (medio)
(Resumen del artículo "Family Therapy of the Moderate Type of Parental
Alienation Syndrome" de Richard A. GARDNER, 1999)
1. Bases de la terapia
2. Las sanciones
3. Consejos para el tratamiento del progenitor alienador
4. Consejos para el tratamiento de los hijos
5. Consejos para el tratamiento del progenitor alienado
3.2.1. Bases de la terapia
La terapia debe estar a cargo de un sólo terapeuta. Este debe encontrar y tratar
todos los miembros de la familia para establecer
los lazos entre lo que cada uno dice (GARDNER2, 3)
El tratamiento debe ser ordenado por el tribunal y el terapeuta debe ser en
comunicación directa con el tribunal (a través de un abogado especializado por
ejemplo) El progenitor alienador se debe informar del hecho que toda obstrucción
al tratamiento y cada falta de respecto del derecho de visita, será enseguida
relatado al juez por el terapeuta. El tribunal debe absolutamente aplicar las
sanciones previstas (GARDNER2, 4)
El terapeuta debe familiarizarse con los métodos autoritarios y apremiantes.
Además en este tipo de tratamiento, la confidencialidad tradicional se debe
modificar. En particular se puede revelar a su propia discreción toda
información obtenida durante el tratamiento a terceros tales como el juez o los
abogados de los dos lados (GARDNER2,5)
3.2.2. Las sanciones
Todas las sanciones deben estar previstas y desarrolladas en la sentencia. Es
importante que el terapeuta, con mandato del tribunal,
conozca exáctamente las amenazas que podrá utilizar en el tratamiento. Estas
sanciones deben ser aplicables sin dificultades
para preservar la credibilidad del terapeuta (GARDNER2, 7)
Las sanciones posibles, según la importancia: (GARDNER2, 8 y 9)
1. un informe desfavorable del terapeuta, dirigido al tribunal
2. una reducción de la cuota alimentaria
3. una obligación
4. la amenaza de mudar la tenencia principal al otro progenitor
5. una estancia en la carcel
3.2.3. Consejos para el tratamiento del progenitor alienador
Este progenitor a menudo ya está siguiendo una terapia. En general tiene el
sentido de buscarse un terapeuta que le sostendrá totalmente en su causa y con
el cual a menudo desarrolla una relación patológica del tipo "locura a dos". El
tribunal no tiene que prohibir este tratamiento, pero debe ordenar de seguir al
mismo tiempo el tratamiento obligatorio de la sentencia (GARDNER2, 11)
Típicamente el progenitor alienado irá rehusando de implicarse en una terapia
impuesta por el tribunal, o al contrario, ira mostrando un gran interés mientras
que no será nada cooperativa y hará todo lo posible para sabotearlo (GARDNER2,
12)
El terapeuta debe hacer lo posible para encontrar un aliado interno:
un miembro próximo de la familia del progenitor alienador, quien se da cuenta
del hecho que este exagera. La madre del progenitor
alienador es una aliada excelente, si el terapeuta llega a afiliarla. Ella puede
hacer de manera que el progenitor alienador suelte un
poco, persuadiendolo de que sus maniobras son desastrosas para los hijos. Tal
aliada es difícil de encontrar, ya que todo el mundo tiene miedo de volverse en
blanco para el progenitor alienador (GARDNER2, 13)
Motivaciones del progenitor alienador Respuesta
1) Ciertos progenitores alienadores son cegados por su rabia. Al nivel más
superficial se trata de hacerlo apreciar la importancia
del papél del otro progenitor en la educación de los hijos y el hecho que su
campaña de denigramiento, destinada a alcanzar el otro
progenitor, tambien contribuye a desarrollar patologías en los hijos (GARDNER2,
14)
2) Ciertos progenitores alienadores son celosos del hecho que el otro se haya
metido en una nueva relación y él no. Privarlo de sus hijos equivale a quitarle
lo que tiene de más precioso en el mundo. Ciertos progenitores alienadores
utilizan la campaña de
denigramiento para entretener cierta relación con el otro progenitor. Pues esta
campaña necesita tiempo y interfiere continuamente con la vida del otro
progenitor.
Lo mejor que se puede hacer es de empujar el progenitor alienador a tomar su
propia vida en mano, a encontrarse otros intereses y a invertirse en una nueva
relación (GARDNER2, 15)
3) La cólera se puede provocar por factores económicos. Si el terapeuta se da
cuenta que hay buenas razones de pensar que
las decisiones a propósito del capítulo financiero no son justas y contribuyen a
la cólera del progenitor alienador, lo debe señalar al
juez. De ninguna manera debe llegar a conclusiones en esta materia y debe dejar
esto a cargo de expertos (GARDNER2, 16)
4) El aspecto sobre-protector del progenitor alienador es un factor corriente,
que explica la alienación de los hijos. El mundo se ve
peligroso y el otro progenitor en particular representa una posible fuente de
peligro. Este síntoma se puede curar por la terapia. Todas las fuentes de
cólera, en relación o nó con el otro progenitor, se deben explorar (GARDNER2,
17)
5) A veces ocurre que el progenitor alienador decide de repente de mudarse, de
cambiar de ciudad o de país. Puede tener el pretexto de haber hecho un encuentro
amoroso o de tener una oportunidad de trabajo.
El terapeuta debe intentar de descubrir si no se trata simplemente de otra
maniobra más para excluir los hijos de la vida del otro
progenitor y, si es el caso, de avisar el juez. De todas formas tendrá que
reconocer que es en el interés de los hijos de quedarse en
su ambiente actual, bajo la tenencia del otro progenitor (GARDNER2, 18)
3.2.4 Consejos para el tratamiento de los hijos
Motivaciones de los hijos Respuesta
1) Los hijos afirman a menudo que estarán maltratados si se van con el
progenitor alienado.
El tomar en serio estas alegaciones es un muy mal servicio y antiterapéutico. Lo
que los hijos pretienden querer, no es siempre lo
que es lo mejor para ellos. El terapeuta debe ver su animosidad como superficial
y fabricado para obtener las buenas gracias del
progenitor alienador. El buen enfoque es decirles "Vamos, estas cosas no han
ocurrido. Hablamos mas bien de lo que pasó realmente, como por ejemplo vuestra
próxima visita con vuestro padre (madre)". Debe recordar a los hijos que antes
de la separación, tenían una buena relación profunda con el progenitor alienado
(GARDNER2, 20 y 21)
2) Los hijos no quieren irse con el progenitor alienado, o se van justificando
su decisión por razones diversas, destinadas a contentar el progenitor
alienador. "Voy únicamente por su dinero" o "Si no voy, no nos dará mas dinero y
nos moriremos de hambre". Los hijos necesitan una excusa para irse con el
progenitor alienado sin perder la afección del progenitor alienador. Necesitan
la posibilidad de decirle que odian el otro progenitor, pero que van unicamente
para evitar las sanciones del tribunal. Piden nada más que estar obligados por
alguien, quién les amenace progresivamente con estas sanciones. El terapeuta
debe tener este papél, que implica ser acusado de obligarles y de manipularles
cruelmente. Lo ideal es que hayan tenido la experiencia de que el tribunal sea
decidido a aplicar realmente las amenazas de sanciones financieras o penales,
utilizadas por el terapeuta.
El hijo no tiene más que una idea vaga del porqué no quiere irse con el
progenitor alienado. Si no tiene una razón precisa de irse,
prefiere subir esta restricción draconiano (GARDNER2, 22 à 33)
3) Ocurre a menudo que los hijos más grandes toman a cargo la programación de
los hijos más jovenes, durante las visitas con el
progenitor alienado - "en el campo enemigo". Los más grandes son los primeros a
manifestar los síntomas del SAP. Es clásico que el mayor sea en el estadio
grave, el segundo en el estadio medio y el menor en el estadio ligero. La
separación da menos oportunidad al progenitor alienador de alcanzar el otro
progenitor. Programar los hijos para que sean irrespetuosos, desobedientes o
turbulentos durante las visitas es un buen medio de descargar su odio.
Si el progenitor alienado ha sido descrito como incompetente, el mayor cree que
tiene que asumir su papel. Si ha sido descrito como peligroso, el mayor cree que
debe proteger los más chicos. El mayor puede relevar el discurso infamante del
progenitor alienador, o animar los otros a robar o a destruir los objetos del
progenitor alienado.
El mejor enfoque consiste en organizar las visitas de manera que sean separados
los hijos hasta el momento que cada uno tenga la
experiencia que las consecuencias terribles predichas de irse sólo con el
progenitor alienado, no se realicen (GARDNER2, 34 a 36)
4) El momento de pasar de un progenitor al otro es particularmente doloroso para
el hijo víctima de un SAP. El conflicto de lealtad es aún exacerbado si los dos
padres sean presentes. El buen sitio para efectuar esta transición es el
gabinete del terapeuta. El progenitor alienador trae los hijos y se queda algún
tiempo con el terapeuta. Después los hijos se quedan un ratito sólos
con el terapeuta. El otro progenitor llega finalmente, se queda un rato con los
hijos y el terapeuta, antes de irse con ellos (GARDNER2, 37)
5) Ocurre que los hijos echan mentiras, exageran, disfrazan la verdad o intentan
de manipular su interlocutor. El terapeuta debe disuadir los hijos de querer
hacer placer a cada uno de sus padres, diciendo exactamente lo que piense que su
progenitor quisiera escuchar en ese momento.
El terapeuta debe hacer todo para disipar toda mentira. Debe mostrarse bastante
incrédulo hacia las alegaciones de los hijos a
propósito del progenitor alienado. Una vez refutado el argumento del hijo, hay
que pasar de prisa a otra cosa. La próxima vez, hay que insistir sobre el hecho
que la alegación avanzada no se ha producido durante la última visita (GARDNER2,
44)
En ciertos casos es necesario de modular el tiempo de las visitas. El terapeuta
debería tener toda la libertad de tomar las decisiones
sobre la extensión y la frecuencia de las visitas. Pues es inpracticable de
tener que volver delante el tribunal cada vez que la
duración de las visitas se debe revisar (GARDNER2, 39)
El terapeuta debe ver un aspecto del tratamiento como una desinformación y una
desprogramación. Hay que ayudar el hijo para que se dé cuenta que ha sido
víctima de un lavado de cerebro (lo que es más fácil de hacerlo entender a hijos
más grandes). La técnica consiste en hablarle en estos términos: "No te pido de
utilizar mis palabras. Quiero que hagas tus propias observaciones. Quiero que
pienses a lo que ha pasado durante tu última visita con tu padre (madre) y que
te preguntes si las cosas que tu madre (padre) ha dicho que iban a pasar, han
pasado realmente o nó. Durante tu próxima visita, quiero que te fijes y que
llegues a tus propias conclusiones a propósito de la existencia de tal peligro o
de tal hecho. Dices que eres bastante grande y bastante inteligente para hacerte
tu propia idea. Estoy de acuerdo contigo. La gente inteligente se forman una
idea basándose sobre sus propias observaciones y no sobre las afirmaciones de
otra gente, sea quien sea. Exactamente como te pedí de darme las pruebas de lo
que tu crees basado sobre lo que has visto n el pasado, ahora te pido que me des
las pruebas, la próxima vez, despues de tu próxima visita, basado sobre lo que
habrás visto y vivido tú mismo." (GARDNER2, 40 y 41)
Ocurre que una familia se rompe en dos después de una separación acompañada de
una campaña de denigramiento que haya tenido éxito solamente con una parte de
los hijos (o acompañada de dos campañas de denigramiento que se cruzan). Las
visitas llegan a ser lo que está en juego en los chantajes: los hijos viviendo
con un progenitor van a visitar el otro a condición que los que viven con él
vienen con el primero. Tales visitas ("swap") valen más que ninguna visita
(GARDNER2, 42)
En cuanto la tenencia no esté decidida, la relación con el progenitor que es más
cercano psicológicamente se ve amenazada. Una vez la sentencia proclamada, el
hijo puede parar su campaña de denigramiento y aprovechar con serenidad los
momentos pasados con el progenitor alienado (GARDNER2, 45)
3.2.5. Consejos para el tratamiento del progenitor alienado
El progenitor víctima de un SAP a menudo se pierde delante lo que le pasa a él y
a su familia. El terapeuta debe explicarle los mecanismos del desarrollo del
procedimiento del SAP. Mejor conocerá este procedimiento, más estará armado para
combatirle (GARDNER2, 47)
El hijo muestra que le odia El progenitor alienado debe aprender que el inverso
de amor no es el odio, sino la indiferencia.
La campaña de denigramiento de los hijos esconde su afección reprimida, tan
extraño que eso pueda parecer al progenitor alienado
(GARDNER2, 48)
El hijo no es cooperativo El progenitor alienado debe aprender a no dar
demasiado importancia a las alegaciones de los hijos a su
propósito, y a tolerar su animosidad en el momento de la transición. A veces
esta animosidad dura todo el tiempo de la visita. El
progenitor no debe perder el coraje y debe ver en esta animosidad nada más que
el resultado de la programación del progenitor
alienador. Tiene que apreciar el hecho que no obstante sus protestas vienen de
visita de todas formas, lo que significa que es lo que
quieren. Si realmente no quisieran - lo que es el caso con hijos en el estadio
grave - no irían del todo (GARDNER2, 49)
Ocurre a menudo que el hijo, que es bueno y amical durante la visita, tenga en
cierto momento una crisis de cólera o de rabia. Hay que ver este episodio como
una representación en la ventaja del programador y que será bien informado a
este. Se contaré como extendido a la visita entera y ninguna mención se hará de
los 95% de buenos momentos del resto. A veces esta crisis proviene de la cólera
generada por la confusión del hijo en el conflicto de los padres (GARDNER2, 50)
El hijo le acusa de falsas alegaciones El progenitor alienador necesita ayuda en
desviar el hijo de sus provocaciones hostiles hacia
intercambios mas sanos, y en no insistir sobre el hecho que una alegación sea
verídica o falsa. Una respuesta simple y breve basta.
Se puede coger una alegación del progenitor alienador y preguntarle si lo ha
realmente vivido él mismo. El mejor antídoto contra las ilusiones creadas por el
progenitor alienador es una sana experiencia vivida (GARDNER2, 51)
El lazo parece roto Hablar de los tiempos pasados, multiplicar las actividades y
los intercambios, entretener los juegos "privados" que dan a cada relación su
carácter único (palabras códigos, canciones preferidas...) (GARDNER2, 52)
Dificultades en el momento de la toma a cargo del hijo Hacerse de acompañar por
la policía puede ser útil para legitimar el momento y la hora de la toma a cargo
del hijo, mientras que da una excusa al progenitor alienador (GARDNER2, 53)
El progenitor alienado no debe olvidar que una relación basada sobre el
verdadero amor es más sólido que una relación basada sobre el miedo. Hay que dar
al hijo un ambiente en el cual se siente libre de exprimir todas sus impresiones
y sus sensaciones, positivas y negativas, a propósito de sus dos padres. Un
ambiente opuesto a ese del progenitor alienador... (GARDNER2, 54)
3.3. El programa de transición en la tercera etapa (grave)
3.3.1. El lugar de la transición
Según las posibilidades se considera uno de los tres lugares de transición
siguientes:
1) La casa de un amigo o de un conocido, o una centro de acogida La casa de un
pariente se debe evitar. Ese amigo o el pariente de
acogida tiene que tener en relaciones bastante buenas con el hijo. Tiene que
estar al corriente de la gravedad de la patología del
progenitor alienador. Tiene que ser bastante fuerte para prohibir todo contacto
telefónico con este progenitor y tiene que relatar al
tribunal todo fallo de este hacia las sentencias (GARDNER3, 47)
2) Una residencia de niños
Es donde se alojan los pequeños delincuentes, los niños abandonados o abusados.
La vigilancia es más organizada y el control del
comportamiento del hijo será más fácil allí. (GARDNER3, §50) Sin ser ideal, este
lugar a veces tiene la ventaja de motivar un hijo a ser más cooperativo
(GARDNER3, 63)
3) El hospital psiquiátrico
El personal sanitario debe estar al corriente y en contacto con el tribunal
(GARDNER3, 52)
3.3.2. Las fases de transición
El objectivo es de dar al hijo la posibilidad de vivir la experiencia del hecho
que el progenitor alienado no es la persona peligrosa o
innoble que le han descrito (GARDNER3, 54)
Fase 1 El hijo se coloca en el lugar de transición y se corta todo contacto con
el progenitor alienador. Se pone gradualmente en
contacto con el progenitor alienado durante visitas más y más largas y
frecuentes según se acostumbra.
Fase 2 Siempre sin contacto ninguno con el progenitor alienador, el hijo hace
visitas más y más largas en la casa del progenitor
alienado, hasta que se puede considerar de vivir allí de manera permanente...
Fase 3 El hijo vive con el progenitor alienado. Todo contacto con el progenitor
alienador está prohibido y el menor intento se castiga severamente
(obligaciones, encarcelamiento, hospitalización...)
Fase 4 El progenitor alienador vuelve gradualmente a tener contacto telefónico
vigilado con el hijo, a condición que controla su obsesión de manipular el hijo.
Fase 5 El progenitor alienador visita bajo vigilancia el hijo en casa del
progenitor alienado, a condición de controlar su animosidad
hacia el progenitor alienado.
Fase 6 En cuanto todo riesgo de reprogramación haya desaparecido, se pueden
intentar unas visitas breves y controladas con el hijo en la casa del progenitor
alienador.
4. Los aspectos jurídicos y legales
4.1. Contexto legal en los Estados Unidos
El código penal del estado de California estipula que "Toda persona que guarda,
aleja, detiene, sustrae o esconde un hijo, y con
intención maliciosa priva el que tiene la tenencia legal del ejercicio de su
derecho de tenencia, o una persona de un derecho de
visita, será castigado con encarcelamiento de un máximo de un año, de una multa
de un máximo 1000 dolares o de los dos..."
(GARDNER_ADDENDUM2, 13)
En Pensilvanía este comportamiento está sujeto a una pena de 6 meses con
remisión condicional, a una multa de 500 dolares y la suspensión o la supresión
del carné de conducir (GARDNER_ADDENDUM2 11)
En Tejas se puede estar persecutado delante los tribunales por haber provocado
intencionalmente un desamparo emocional. Los elementos que lo caracterizan son:
el acusado ha procedido intencionalmente o de manera imprudente
el comportamiento es extremo y ultrajoso
el desamparo sufrido por él que introdujo la queja, es el resultado de acciónes
del acusado
el desamparo sufrido por él que introdujo la queja, es grave
(GARDNER_ADDENDUM2, 17)
4.2. El código civil alemán
(ELSHOLZ, 21 y 22)
El artículo 1626 § 1 se titula: "El padre y la madre tienen el derecho y el
deber de ejercer la autoridad parental (elterliche
Sorge) sobre su hijo menor de edad. La autoridad parental comprende la tenencia
(Personensorge) y la administración de bienes
(Vermögenssorge) del hijo.
Según el artículo 1626 a § 1 del código civil, en su versión enmendada, los
padres de un niño menor de edad, nacido fuera del
matrimonio, ejercen de manera conjunta la tenencia del hijo, si hacen una
declaración en este efecto (declaración sobre la tenencia
compartida) o si se casan.
Según el artículo 1684, en su versión enmendada, un niño tiene derecho de ver a
sus dos padres, que tienen cada uno la obligación de mantener contactos con el
hijo y el derecho de visitarlo. Además los padres tienen que renunciar cualquier
acto, que fuera dañoso para las relaciones entre el hijo y el otro progenitor, o
que perjudicaría seriamente su educación. Los tribunales de familia pueden fijar
la extensión del derecho de visita, tanto como las modalidades más precisas del
ejercicio de este derecho, también hacia terceros. Pueden también obligar los
partidos de satisfacer sus obligaciones hacia el hijo.
4.3. Las Cortes Europeas
(ELSHOLZ, §9 a 19, 29, 54 a 61, 68 a 75)
En 1992 los tribunales alemanes rehúsan de otorgar a un padre un derecho de
visita a un hijo nacido fuera del matrimonio, y mismo de ordenar un estudio
experto psicológico del hijo y de la madre. Despues de pasar por todos los
recursos posible, el padre se dirija a las Cortes Europeas de los Derechos
Humanos para pedir justicia y reparación, contra el estado alemán.
Invoca que la Alemania no ha respetado el artículo 8 de la Convención según el
cual,
1. Toda persona tiene derecho al respeto de su vida (230;) familial (230;)
2. No puede haber entremetida de una autoridad pública en el ejercicio de este
derecho, por lo tanto que esta entremetida sea
prevista por la ley y que constituye une medida que, en una sociedad
democrática, sea necesaria (…) para la protección de la salud, del moral o
de la protección de los derechos y libertades de otros.
En la sentencia ELSHOLZ del 13 de julio 2000, las Cortes Europeas le han dado
razón y condenan a la Alemania a pagar 47 600 DEM como por los daños morales.
Esta sentencia muestra que, las leyes nacionales sean lo que sean, el interés
superior del hijo se encuentra en el derecho fundamental de tener acceso a sus
dos progenitores.
5. Los padres que han tenido éxito...
(MAJOR, 77)
1) han seguido cursos para ser padres superiores a la mediana
2) eran temperados y controlaban sus emociones
3) no han abandonado nunca, a pesar de las ganas de dejarlo y de la desanimación
4) querían (y eran capaz de) cargarse de los gastos necesarios
5) tenían un abogado que conocía el síndrome y se habían puesto al corriente de
las leyes y del funcionamiento de los tribunales
6) han pedido un estudio experto medicolegal, que ha diagnosticado el SAP y ha
recomendado el cambio de tenencia
7) tenían un plan de acción para la educación de los hijos y han mostrado que
eran racionales y razonables
8) han buscado la paz y las soluciones más bien que de envenenar la situación,
apiadándose del mal que se ha hecho
9) han guardado un diario de lo sucedido, útil para convencer el tribunal
10) han respetado siempre los derechos de visita mismo si los hijos no estaban,
de manera a ser capaz de demostrar que lo han intentado, contrariamente a lo que
el otro dice
11) durante las visitas de los hijos, no han pensado más que en divertirse, y no
les han enseñado nunca jamás las sentencias u otros
documentos sensibles
12) han respetado siempre la ley al pie de la letra (han siempre pagado la cuota
alimentaria p.e.)
13) era siempre gente decente, tenían principios y amaban a sus hijos
El procedimiento dicho "Vicarius Deprogramming" (descrito en el "Therapeutic
Intervention for Children with PAS") explica como el progenitor alienado puede
influenciar el hijo sin que el terapeuta tenga acceso ni al progenitor alienador
ni a los hijos
(GARDNER_ADDENDUM2 9)
6. Referencias
LAMONTAGNE Hubert Van Gijseghem,
"Us et Abus 8211; de la mise en mots en matière d’abus sexuel", Meridien
1998
Capítulo 9: "Syndrome d’aliénation parentale: contexte et pièges de
8217;intervention" par Paule Lamontagne
GARDNER Richard A. GARDNER,
"The Parental Alienation Syndrome", 1992, Second Edition 1998
GARDNER1 Richard A. GARDNER,
"Differentiating between the parental alienation syndrome and bona
fide abuse/neglect", http://rgardner.com/refs/ar1.html
GARDNER2 Richard A. GARDNER,
"Family therapy of the moderate type of parental alienation
syndrome", 1999, http://rgardner.com/refs/ar2.html
GARDNER3 Richard A. GARDNER,
"Recommendations for dealing with parents who induce a parental
alienation syndrome in their children", 1998,
http://rgardner.com/refs/ar3.html
GARDNER_ADDENDUM2 Richard A. GARDNER,
"March 2000 addendum", http://rgardner.com/refs/addendum2.html
LOWENSTEIN L. F. LOWENSTEIN
"Parental alienation and the judiciary", 1999,
http://www.fact.on.ca/Info/pas/lowen99a.htm
LOWENSTEIN1 L. F. LOWENSTEIN
"Parent alienation syndrome, a two step approach toward a solution",
1998, http://www.fact.on.ca/Info/pas/lowen98.htm
LOWENSTEIN2 L. F. LOWENSTEIN,
"Parental alienation syndrome (PAS)", 1999,
http://www.fact.on.ca/Info/pas/lowen99.htm
MAJOR Jayne A. MAJOR,
"Parents who have successfully fought parental alienaiton syndrome",
http://www.livingmedia2000.com/pas.htm
BONE-WALSH J. Michael Bone and Michael R. Walsh,
"Parental Alienation Syndrome: How to Detect It and What to Do About
It", 1999 http://www.fact.on.ca/Info/pas/walsh99.htm
CHILDALIENATION “Brainwashing children against fathers”,
http://childalienation.com
FAMILYCOURTS “Parental Alienation Syndrome, A severe emotional and
psychological disorder in children brought on by highly contested
custody battles in our Family Court System.”,
http://www.familycourts.com/pas.htm
ELSHOLLZ "Arret ELSHOLZ du 13 juillet 2000",
http://www.isonet.fr/stop/cour_europeenne2.htm
Los autores:
Richard A. Gardner, M.D. es Profesor Clinical de Psiquiatría Infantil,
Universidad de Colombia, College of Physicians & Surgeons, New York City.
L.F. Lowenstein, Ph.D., es especialista psicólogo en el "Centre for the
Diagnosis and Treatment of Emotional-Behavioural Problems", Allington Manor
School and Therapeutic Centre, Allington Lane, Fair Oak, Eastleigh, Hampshire,
UK 5050 7DE
J. Michael Bone, Ph.D., es un psicoterapeuta practicante independiente y
mediador certificado en ley familial en Maitland. Se
especializa en divorcio y temas de post-divorcio con hijos menores de edad.
Tiene un interés especial en el SAP. Ha actuado como testigo experto en este
tema y otros semejantes. Ha sido apuntado por el tribunal para formar
recomendaciones a propósito de SAP y las familias.
Michael R. Walsh es un practicante independiente en Orlando. Es un abogado
certificado en ley matrimonial y familial, mediador
certificado y árbitro, y es un miembro de la Academia Americana de Abogados
Matrimoniales. Durante más de 20 años ha sido un
conferenciante y autor en el "The Florida Bar".
"Creating a Successful Parenting Plan: A Step-by-Step Guide For the Care of
Children of Divided Families" por el Dr. A. Jayne Major ha ayudado muchos
progenitores en su decisión de las mejores estrategias. El libro incluye ideas
para prepararse para la
evaluación psicológica y enseña como diseñar un plan parental a presentar a los
profesionales.
APADESHI