Asociación de Padres Alejados de sus hijos
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La Separación , Los hijos y la culpa
En muchas de
las discusiones de sus mayores, ellos fueron la excusa que encontraron
para
justificar el enfrentamiento.
Una forma de paliar esa sensación de
culpabilidad ó responsabilidad que los aflige, es asumida por quienes deben
velar Jurídicamente por su bienestar desde la función Judicial, brindándoles
una supuesta protección a su ámbito de vida, por consiguiente surge el
proteger al Progenitor con quien conviven, en ocasiones en demasía y en otras
erróneamente si fue el causante de la desintegración familiar por sus
desequilibrios emocionales y de conducta.
De esta forma el Tribunal interviniente
intenta preservar la casa y costumbres, convirtiéndose en guardadores de la
estructura Familiar quebrada, supuestamente ideal para los niños, que en la
conceptualización se asume como destruida por uno de sus Progenitores, y el que
esta fuera de ese ámbito de vida es el progenitor no conviviente, quien deberá
asumir un rol de culpabilidad, aún no habiendo sido el causante.
Los Progenitores (Papá y Mamás) ante la
separación fijan desde el discurso,
(no
siempre desde la realidad)
como
prioridad sus hijos, primacía que se
debe
considerar correcta, salvo cuando el objetivo desde la práctica, pasa a ser la
obtención de la lealtad de los hijos para herir al otro.
Cuando los progenitores están en medio
de la contienda por la separación, con discusiones económicas y de tiempo con
los hijos, atendiendo sus propios problemas de adaptación, con falta de
serenidad en sus mentes, es imprescindible que salvaguarden
la integridad psíquica de los niños de estas discusiones y
negociaciones.
Una separación de pareja es
una crisis para toda la familia, incluida la familia extensa (Abuelos y Tíos),
son cambios inevitables, que exige de todos un esfuerzo para intervenir o no
intervenir , mediante una evaluación criteriosa, evitando las alianzas
“Por
pertenencia” en “contra de”.
Cada componente de
Viejas cuentas pendientes se exponen y se
imponen por parte de terceros allegados, cuando perciben la desintegración del
proyecto de pareja.
Algunos Progenitores heridos buscan
consuelo en sus hijos, y necesitan que ellos sientan lo mismo en relación al
otro Padre, recreando una alianza para la “negación y rechazo”.
Los hijos pueden asumir objetivos
personales como ser reconciliar a sus Padres, o castigar a alguno de ellos ó a
ambos ó actuar
manipulados como
extensión de los rencores.
Esta crisis tomándola bajo el concepto
de “Cambio” será permanente, llegaran nuevas parejas para sus
Padres, mudanzas, problemas económicos, cambios de Colegios y de amigos,
presenciar discusiones, intervenir en decisiones, aparición de nuevos hermanos,
obstrucción de vinculo, rechazos, Etc,.
Los mas pequeños pueden llegar a adoptar
actitudes agresivas, exponerse sensibles, mostrarse rebeldes o retraídos, el
ambiente que los cobija incide en sus estados y reacciones.
Los hijos más grandes que perciben la
dimensión del proceso de separación y perdidas, se manifiestan con
sentimientos de tristeza, abandono personal, melancolía, falta de atención,
merma en
su rendimiento escolar y un
concepto que incorporan de “fracaso del proyecto de Familia”, que
condicionara sus cercanos planes afectivos personales.
Cuando los Padres (Papá y Mamá) no
logran una separación de pareja en buenos términos, ubican a todo el entorno
familiar extenso como engranajes disponibles para sus deseos, participes en el
campo de batalla en donde se dirimirá los desacuerdos, buscando aliados y
apreciando como enemigos a quienes
no
concuerden con sus criterios, con sus ideas y apreciaciones , generando
problemas en los cuales se ve afectada la relación con los abuelos , Tíos y
el resto de familia.
Cuando la separación de los Padres no
era algo tan usual como en la actualidad, la muerte de uno de
ellos,
representaba lo mas
traumático y condicionante hasta esa instancia en la vida de los niños.
En esta época, debido al descontrol
social -jurídico, que existe en las separaciones conflictivas con hijos
menores, probablemente la “Separación de los Padres” represente algo mas
grave por lo violento y extensión en el tiempo del conflicto. que la muerte de
uno de ellos y el duelo consiguiente.
Los Progenitores
deben buscar pacíficamente entendimiento sobre aspectos económicos,
custodia, vínculos, entendiendo que la permanencia del conflicto, los
enfrentamiento agresivos, el mezclar a los hijos en sus enconos, serán
percibidos por estos, como un llamado a tomar posiciones, a elegir a uno y
rechazar al otro.
La separación es de la pareja y no de
los hijos, desde el discurso puede haber coincidencia, desde la practica
y la realidad, surgen cuestiones arraigadas en la historia de esas
personas, que dificulta algo tan sencillo como debiera
representar, preservar a los hijos.
Ante todo, conviene evitar ponerlos en
contra del otro Progenitor y / ó familia extensa ó utilizarlos para presionar
y manipular.
Esta situación genera en los niños una
crisis de lealtad, pueden considerar que si
no obedecen o cumplen con lo ordenado,
sugerido ó insinuado, perderán el afecto o la atención de
ese Progenitor y / ó recibirán un castigo.
Inducirlos a mentir ó
a agredir, obligándolos a escoger entre uno de los Padres,
traerá en el futuro la misma reacción que aprendieron , rechazando al
progenitor que indujo la negación hacia el otro.
Los Progenitores deben mantener sus
funciones, jamás cederla a un tercero (Ej., Abuelos, nuevas parejas), pues en
muchas ocasiones no se recupera , perdiendo la autoridad y las decisiones.
Mantener un formato de Familia, aún después de la separación, garantiza equilibrio para todos, seguridad de crecimiento y que quienes se vayan agregando al vinculo, sepan que los códigos de respeto en esa Familia con los Padres separados, están preservados, reservándoles a los nuevos personajes su rol, sin privar a otro, de lo que le corresponde.
APADESHI