Asociación de Padres Alejados de sus hijos
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En la separaciones conflictivas con hijos menores,
instalada la actitud obstruccionistas del Progenitor guardador, suele
presentarse una manipulación consiente o inconsciente sobre los hijos y las
consecuencias se verifican en la negativa de estos a vincularse con el
Progenitor no conviviente.
La
exteriorización en los hijos, de falta de ganas, de actitudes agresivas, de
temor injustificado, los llantos, representan un paisaje desolador en el cual
todos se ven involucrados y la persona que observa, sin pertenecer al grupo
familiar , cree ver a un niño que se niega a ir con su Progenitor en Régimen
de visitas, ya sea por que no lo quiere ó por que le tiene miedo.
Prisioneros de los enfrentamientos en separaciones no
resueltas armónicamente, cada uno tendrá su historia, incluido los hijos, que
exteriorizaran sus propias conclusiones o las que asimiló durante el derrotero
de la confrontación entre sus Padres.
Ante la negativa de los hijos a concurrir a los Regímenes
de visitas
El Progenitor no conviviente pensará:
-
Que esta inculcado maliciosamente en su contra.
-
Que es un maleducado por la incapacidad y falta de responsabilidad de su
ex pareja.
-
Que no aguanta mas, que el esfuerzo que realiza para estar con los hijos
no se justifica
-
Que el llanto y gritos del hijo en la negación, podría causarles
problemas legales.
- Que debe protegerlo
-
Revisar sus conductas y forma de relacionarse, y verificando si hay algo
de su parte que provoque la negación
-
Con la certeza de presencia de manipulación, denunciarlo ante el
Juzgado, antes que el rechazo se haga mayor
- No discutir delante de los hijos
Lejos de la vista del Progenitor conviviente, los niños
recobran la tranquilidad y disfrutan de la salida, por lo que ante una escena de
llanto y negativa , sin llegar a situaciones violentas ,
puede interpretarse como un pedido de ayuda del niño, de un llamado de
atención para ambos Padres, que lo que a simple vista es un capricho, no
significa realmente lo que aparenta e invita a pensar que esta furia del niño,
difícil de calmar, es el equivalente de lo que han visto en la relación entre
sus Progenitores, representada por la falta de dialogo, exabruptos y falta de
respeto y consideración mutua.
Habrá que detenerse y advertirse de lo que
representa un problema para ambos y no quedarse en que se niega a ir con uno y
se quiere quedar con el otro.
Es importante comprender
y
aceptar
que es un momento, que ocurre
espontáneamente en un alto porcentaje de casos
y
que es
bueno que ocurra, para permitirse corregir .
Que esa forma de expresar la
disconformidad:
gritar,
patalear, llorar, de parte del hijo, permite a
En primordial mantener la calma.
Si los hijos observan que su rebeldía funciona, terminan logrando
su objetivo de
control.
Cuando los Padres pierden la calma,
no hacen más que potenciar la
perdida de respeto, y los niños , necesitan contención y limites claros de la
autoridad de sus Progenitores.
-
Controlado el momento de mayor negativa, retirase con el hijo
-
Demorar la llegada al hogar en donde compartirán sus tiempos,
hasta recobrar la tranquilidad
-
Durante la estadía en el hogar brindarle la posibilidad de disfrutar
del resto de la familia y amigos.
- Denunciar ante el Juzgado sobre estas posibles manipulaciones y de ser necesario solicitar un veedor designado por el tribunal
-
Algo malo esta pasando
-
Que se le causa daño yendo con el otro progenitor, debo pedir la
suspensión de visitas
-
Que el Hijo sufre por su ausencia
- Que debe protegerlo
Ve al hijo que se va llorando y que regrese de mal humor, sin darse cuenta que a corta distancia, ese niño que en apariencia se revela ante la relación, disfruta y es feliz y que su regreso que en apariencia puede mostrar que la paso mal, puede ser la respuesta que da ante lo que piensa, esperan a su regreso “Que la paso mal”
Si ve que el hijo está en un estado de angustia
, interactué
con palabras
afectuosas, con
firmeza en
la
decisión que deberá retirarse junto al otro Padre.
Hay que hacerle saber que va
a
seguir
siendo querido y será mucho mas si
va contento y regresa feliz.
El mensaje
tiene que ser
claro, sin
contradicciones, no
desdecirse o
entregarles dobles mensajes y
nunca sin motivos fundados y evaluados judicialmente convalidar
una negativa de visitas o una negación a regresar
con el Progenitor conviviente.
-
Alentar que vaya con el otro Progenitor, esto le da seguridad al hijo y
le permite disfrutar con ambos Progenitores.
-
Evitar hacerle sentir el enojo hacia el otro, lo que tengan que discutir
es sin la presencia del hijo.
-
Expresarle su beneplácito con la salida ó con el regreso, convirtiendo
esos momentos en algo natural.
-
No hacerle preguntas sobre lo que hizo durante el periodo en que esta
con el otro Padre, dejando que cuente libremente
- No mostrarse agresivo /a hacia el otro Progenitor
Se ven expuestos a las discusiones de sus mayores,
tratan de conformarlos de acuerdo a lo que ellos observan , que les hace mas
felices. Asumen lealtad mas fuerte, con aquel con quien conviven, saben que van
a regresar y que su tranquilidad depende que cumpla con las expectativas de
negativas hacia el otro.
Lo que al presente perciben en el herir al otro, en el futuro será su
arma para lastimar a quien lo manipulo