Asociación de Padres Alejados de sus hijos
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CONTRATRANSFERENCIA EN LOS PERITOS QUE REALIZAN DIAGNOSTICOS EN EVALUACIONES REFERIDAS A TENENCIA DE NIÑOS
MICHAEL R. FREEDMAN, PH. D.; SAMUEL J. ROSEMBERG, PH. D; DAWN GETTMAN FELZIEN, L.C.S.W. Y SUSAN VAN SCOYK, M.D.
Reseña científica.
La presente es una traducción científica de un artículo escrito por diferentes autores norteamericanos, que nos fuera enviada por el Dr. Michael Freedman Ph.D. como una de sus permanentes contribuciones, en este caso para la Revista de Derecho Penal Integrado Año II N° 2- 2001 en el que se analiza la visión contempóranea de la transferencia en la evaluaciones que se realizan en temas de Tenencia. Se analiza también la Contratransferencia y especialmente la misma cuando existen denuncias de abuso.
Origen del informe http://www.justicia cordoba.gov. ar/site/Docs/ RevistaCientific a/Pensamiento. doc
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Sumario: Visión contemporánea de la contratransferencia . Tipos relevantes de contratransferencia . Fuentes de contratransferencia en una evaluación de tenencia. Identificació n con uno de los padres. Contratransferencia en referencia a estilos parentales. Contratransferencia : deseos de ayudar. Contratransferencia que surge de terceras partes. Contratransferencia que surge de alegaciones de abuso sexual. El manejo de la contratransferencia .
Quienes realizan evaluaciones experimentan un amplio espectro de sentimientos y pensamientos hacia los adultos y niños que evalúan. En caso de desconocerse esta situación, estas reacciones contratransferencia les pueden influenciar inadvertidamente a los evaluadores, resultando de ello percepciones distorsionadas de las personas estudiadas así como también recomendaciones inapropiadas referidas al mejor interés del niño. Se han enumerado numerosas fuentes de reacciones contratransferencia les en las evaluaciones de tenencia de niños, junto a sugerencias referidas a cómo identificarlas cuando ellas están ocurriendo y a cómo manejarlas exitosamente. Numerosos ejemplos de casos se proveen a fin de ilustrar el impacto de las reacciones contratransferencia les en las evaluaciones de tenencia de niños.
La señora A se divorció de su marido después de un matrimonio de doce años y procura obtener la tenencia de los dos hijos de la pareja. Describe a su primer marido como una persona controladora que deseaba un matrimonio en el cual las metas profesionales de la señora se sometieran a las necesidades de su marido e hijos. Quien realizó la evaluación de la tenencia, fue una mujer que empezó a ejercer en forma tardía en la vida, se identificó inmediatamente e inconscientemente con los problemas de la señora A, señalando aspectos positivos de ella aún antes que la evaluación se hubiera iniciado. A medida que la evaluación avanzaba, la evaluadora tendió a omitir información negativa referida a la Sra. A mientras destacaba sus lados fuertes. Recién cuando el integrante masculino del equipo evaluador advirtió a su compañera que desechaba permanente los datos negativos incluso en los resultados de los test psicológicos, situación inusual en esta evaluadora madura, pudo reconocer ella cómo la contratransferencia experimentada hacia la señora había empañado sus percepciones.
La contratransferencia , son los pensamientos y sentimientos experimentados por el clínico hacia la persona en estudio, en el contexto de las evaluaciones por tenencia de niños es inusual que se discuta sobre ella. Resulta llamativa tan escasa mención a este tema, siendo que la literatura sobre contratransferencia en psicoterapia es creciente. Muchos son los factores que influyen en esta omisión.
Primero, algunos evaluadores no son versados en las teorías y prácticas psicodinámicas sosteniendo perspectivas teóricas que no incluyen la consideración de la transferencia ni de la contratransferencia .
Segundo, los evaluadores psicodinámicamente orientados pueden creer que las reacciones contratransferencia les no ocurren mientras llevan a cabo evaluaciones sobre tenencia de niños; siendo factores que reducen la posibilidad de que estas reacciones surjan del hecho de que las evaluaciones se consideran circunscriptas (acotadas) y limitadas temporalmente. Más aún. Los clínicos plantean que el abordaje en este trabajo es tan radicalmente diferente al de la psicoterapia lo que hace que sea mucho menos probable que surjan este tipo de sentimientos hacia los clientes. Finalmente, la naturaleza forense de las evaluaciones en tenencia de niños puede alentar a los clínicos a reconocer y minimizar cualquier noción referida a contratransferencia . El evaluador persigue un objetivo científico: una evaluación realizada adecuadamente para ser utilizada en la corte en donde se evalúa la lógica y la razón. La posibilidad de que la contratransferencia surja durante la evaluación de tenencia de niños afectando sus recomendaciones y conclusiones resulta antiético con la noción de un profesional científico experto en su materia lo que resulta un anatema para el contexto legal.
No obstante la aparente reticencia de los clínicos a discutir directamente sobre contratransferencia , la cuestión persiste: ¿Es la contratransferencia un factor importante en la evaluación de tenencia de niños?. Nosotros respondemos inequívocamente que sí lo es. Las evaluaciones de tenencia están cargadas de importantes sentimientos y conflictos que no pueden ayudar sino a afectar a los clínicos. Más aún, los resultados de las evaluaciones impactan profundamente en la vida de tantas personas que la intensidad del afecto es sopesada muy posteriormente. El punto crítico es si el clínico es sensible y consciente de estas reacciones, de manera que estos sentimientos no afecten negativamente la evaluación. Durante el curso de la evaluación de niños y sus padres, los evaluadores experimentará n y deberían experimentar pensamientos y sentimientos generados en la interacción con las personas en el estudio. Este material no ayuda e impacta intrapsíquicamente en los evaluadores y en sus propias historias familiares.
Estas reacciones contratransferencia les deben ser consideradas e integradas con el doble propósito de recoger mayor información sobre las personas y evitar inútiles sesgos.
En lugar de considerar a las evaluaciones sobre tenencia como una arena no apropiada para el estudio de la contratransferencia , sostenemos que quien realiza este tipo de evaluación sin tener en cuenta sus aspectos contratransferencia les está por un lado desestimando importante información sobra las personas en estudio y a su vez relacionándose inconscientemente en un nivel de evaluación sesgada que no puede ser aceptado en un área tan importante del trabajo clínico.
Dentro de la teoría psicoanalítica, se conceptualiza la contratransferencia como pensamientos, sentimientos y conductas determinados por los propios conflictos neuróticos e inconscientes del terapeuta. Estas reacciones eran vistas como inapropiadas y un obstáculo en el tratamiento. Como resultado de ello se requería el análisis personal del analista, a fin de minimizar los efectos inútiles de la contratransferencia y posibilitando un abordaje más armonioso por parte del analista del inconsciente del paciente.
A través de las décadas, emergió una nueva visión de la contratransferencia que focaliza en la absoluta responsabilidad del clínico sobre su paciente, más que solamente sobre esas reacciones que surgían primariamente de los propios conflictos neuríticos del clínico.
Esta visión totalizadora asume que la contratransferencia se deriva del clínico, de la persona estudiada y de la interacción entre ellos. Como resultado de esta visión la contratransferencia no surge exclusivamente del clínico y no es visualizada como un obstáculo en el tratamiento. Resulta una fuente de información sobre el terapeuta y cuando es bien comprendida y utilizada apropiadamente también brinda insights importantes tanto del estudiado como del proceso del tratamiento.
Esta visión contemporánea postula que la contratransferencia no es un obstáculo en una evaluación de tenencia de un niño, el clínico no puede y no debe ser un evaluador indiferente a las personas estudiadas y sus pensamientos. Más que verse inevitablemente afectado por la interacción con la persona estudiada, los pensamientos, sentimientos y conductas generados en los encuentros puede proporcionar información útil sobre las personas estudiadas y la relación con otros que incluye a hijos y padres.
Toda contratransferencia no surge de la nada en la evaluación por la tenencia de un niño. Se origina en experiencias identificables con una o más de las personas estudiadas o con otros implicados en la evaluación, el clínico de identifica con o resuena en él algún aspecto del mundo interno del otro. Algunas veces, la persona estudiada ejerce inconcientemente una forma de presión sutil sobre el clínico a fin de desarrollar una identificació n específica e impulsando una reacción particular.
Resultan relevantes tres tipos de contratransferencia para comprender y hacer uso de la contratransferencia que surge durante la evaluación de la tenencia de un niño.
Contratransferencia concordante, ocurre cuando las experiencias personales tanto del estudiado como las del evaluador son de su naturaleza al menos, levemente similares. Esta forma de contratransferencia se asemeja al concepto tradicional de empatía, el evaluador se identifica con la experiencia personal de la persona en estudio en una etapa en particular. Si se logra identificar esta situación, la contratransferencia concordante aporta información muy útil referida a cómo la persona en estudio se experimenta a sí mismo. Quienes realizan evaluaciones de tenencia y experimentan una conexión muy fuerte y positiva con las personas que estudian pueden estar experimentando una forma de contratransferencia concordante.
Contratransferencia complementaria, ocurre cuando el evaluador se identifica con las experiencias de otros importantes en la vida de la persona estudiada, más que la experiencia de la persona en estudio. La persona en estudio recrea un patrón de relación internalizado, en donde el evaluador desempeña el rol del otro significativo. A veces a través de un proceso denominado identificació n proyectiva, el sujeto de la evaluación induce inconscientemente en el evaluador esta experiencia a través de una presión interpersonal. Como se advierte la contratransferencia complementaria brinda información significativa referida a relaciones objetables del estudiado, lo que se traduce en: ¿Qué significa ser una persona importante en la vida de esta persona que estamos estudiando?. Por ejemplo, si un evaluador atiende a una persona que está estudiando en horario vespertino, concesión inusual para ese evaluador, quizás esté respondiendo a la presión experimentada por el hijo de la persona en estudio cuando siente la necesidad de satisfacer las demandas paternas.
Contratransferencia indirecta, se establece cuando alguien desde el exterior de la sala de evaluación influye en los pensamientos, sentimientos y conductas del clínico hacia la persona que está estudiando. En este caso, la evaluación puede verse influida por la reacción emocional del evaluador hacia individuos no involucrados directamente en la evaluación. El evaluador puede actuar sin advertirlo de un modo tal que complazca o no la tercera parte, a través de recomendaciones hechas a medida de la visión de uno de los abogados, el más factible de remitir más pedidos de evaluaciones.
FUENTES DE CONTRATRANSFERENCIA EN UNA EVALUACIÓN DE TENENECIA
La evaluación de tenencia brinda la oportunidad para reacciones contratransferencia les tanto positivas como negativas. Por ejemplo, muchos evaluadores son padres que tienen sus ideas muy precisas sobre lo que es ser un buen padre. De la misma manera, todos los evaluadores han sido niños y por ello pueden identificarse fácilmente con los niños que se encuentran en medio de una disputa por tenencia. Finalmente, todas las evaluaciones por tenencia incluyen a terceros, tales como abogados y jueces, de quienes el evaluador puede deseas una reacción particular. Vamos a discutir ahora en detalle las mayores fuentes de contratransferencia en una evaluación de tenencia.
Un evaluador puede identificarse inconscientemente con muchos rasgos de la persona que está estudiando. Dichas identificaciones pueden abarcar desde características concretas como pertenecer al mismo género hasta abstractas como poseer un estilo psicológico similar. Generalmente, cuando el clínico se identifica con aspectos positivos y valorados de sí mismo en el padre surgen reacciones contratransferencia les positivas. En contraste, cuando las caracteríticas evocadas son disímiles o cuando el evaluador identifica partes de sí mismo que no le agradan al padre, surgen reacciones contratransferencia les negativas. Estos procesos son interdependientes, y si no son concientizados pueden llevar a una visión polarizada de la pareja. Ello ocurre cuando un evaluador se identifica con uno de los padres, el otro padre recibe inconscientemente una identificació n de valencia opuesta. El resultado de dicha polarización es que uno de los padres es percibido de una manera relativamente acrítica, mientras que el otro padre es escudriñado tenazmente en busca de evidencias que apoyen la contratransferencia negativa. Un ejemplo de dicha contratransferencia concordante es el brindado en el comienzo de este artículo, referido a una evaluadora que se identificó positivamente con los intentos de la señora A de terminar con el control que su marido ejercía sobre ella. Otro ejemplo ilustra más este proceso.
El Sr. B solicitó el divorcio después de siete años de matrimonio. El había quedado en el hogar atendiendo a su hija de cuatro años, mientras su esposa que era médica sostenía económicamente a la familia. La esposa del Sr. B estaba cada vez más ocupada con su trabajo y ambos querían el divorcio y la tenencia de la hija. El evaluador se encontró a sí mismo haciendo señalamiento despreciativos hacia el Sr. B a su coevaluador. Luego de reflexionar al respecto, el hecho de que el Sr. B se hubiera quedado en el hogar con su hija, en lugar de trabajar en su carrera, eran los factores que hacían que el evaluador lo viera como una persona débil, ineficiente y carente de autoestima. Más adelante tomó conciencia de sentimientos de envidia hacia el Sr. B que podía quedarse en el hogar con su hija mientras el evaluador debía buscar quién atendiera a su hijo de tres años. Al poder tomar conciencia del impacto de estas identificaciones en sus percepciones y comentarios del Sr. B, el evaluador obtuvo información importante sobre sí mismo y sobre el Sr. B, lo que le permitió tener una visión del Sr. B como una persona para la cual la crianza de su hija era una tarea muy importante, y no como un padre impotente y dependiente.
Estos ejemplos ilustran cómo las identificaciones con un padre pueden impulsar tanto reacciones contratransferencia les positivas como negativas. Sugieren además que el impacto de dichas identificaciones son mejor advertidas cuando el evaluador comienza a actuar, pensar, oír, sentir de forma diferente a la usual. Suele ser muy útil tener un coevaluador que pueda advertir cambios en los procesos de evaluación usuales. De no advertirse, la contratransferencia concordante puede sesgar la evaluación de la tenencia del niño. El rol del evaluador es asesorar y hacer recomendaciones sin hacer referencia al grado en que el padre se asemeja o difiere del evaluador. El parámetro para la evaluación de la tenencia del niño debe ser el mejor interés del niño, y no el grado en que los padres sostienen la imagen y concepto de sí mismo del evaluador.
Todo evaluador fue una vez un niño, sujeto al estilo parental de sus padres. Como adultos, los evaluadores poseen creencias conscientes e inconscientes referidas a la efectividad de determinado estilo parental, esas creencias se han modelado en función o como reacción al estilo de sus padres. La óptica del evaluador de una buena parentalidad puede impulsar inconscientemente, una reacción positiva hacia el padre que satisfaga estas expectativas parentales. Por el contrario estilos parentales disímiles pueden ser considerados negativamente. Este proceso es más claro cuando el evaluador de la tenencia es a su vez padre.
La evaluación de sí mismo como padre puede verse reflejada en el estilo parental de uno o más de los padres que está evaluando, creando así una reacción contratransferencia l positiva. A la inversa una reacción negativa puede surgir cuando el evaluador no posee un estilo similar de parentalidad, o encuentra que la persona que está estudiando posee un estilo que rechaza en sí mismo. Dos ejemplos ilustran estas experiencias:
Una evaluadora fue disciplinada rígidamente cuando niña, con castigos físicos que en la actualidad serían descriptos como abuso. Como evaluadora, ella estaba constantemente alerta a cómo los niños en sus familias eran disciplinados. En los casos que utilizaban castigos físicos, las opiniones de la evaluadora se veían polarizadas por este tema sin poder atender al grado del castigo físico utilizado. La evaluadora tuvo conciencia de esta contratransferencia cuando su terapeuta le señaló estas fuertes reacciones en sus evaluaciones. La evaluadora pudo entonces advertir a su coevaluador esta potencial fuente de sesgo, y con su ayuda mitigar estas fuertes reacciones. De esta manera una perspectiva equilibrada prevaleció en sus evaluaciones, a pesar de que la preocupación por estos temas continuó en la evaluadora.
Un evaluador cuya relación con su madre era muy estrecha había sido “educado a lo del Dr. Spock”. En el curso de la evaluación de una mamá que basó su educación en las recomendaciones del Dr. Spock, al clínico le resultó muy difícil ser crítico con esta mamá debido al impacto positivo que se había provocado en él.
El evaluador dio por supuesto que ella debía ser una buena madre. Recién cuando una evaluadora con quien consultaba con frecuencia le hizo un chiste referido a la extrema confianza que algunos padres tenían en el Dr. Spock, puso él revisar y examinar conscientemente el impacto de su propia crianza en las evaluaciones.
Muchos de los evaluadores son también psicoterapeutas. Como psicoterapeutas su meta es evaluar, comprender e intervenir en forma terapéutica a fin de aliviar la angustia de las personas estudiadas. En contraste, quienes evalúan temáticas de tenencia deben comprender, evaluar y realizar recomendaciones, pero no intervenir. En un nivel consciente esta distinción resulta clara y cuenta con la adhesión de todos. Sin embargo el evaluador en temas de tenencia debe reconocer en sí mismo un deseo a veces consciente y otras inconsciente de intervenir ante la angustia de sus estudiados. La contratransferencia en el contexto de la evaluación en temas de tenencia surge del deseo del evaluador de ser útil, establecer una diferencia y de esa manera sentirse mejor. Esta contratransferencia puede observarse por ejemplo cuando un evaluador intenta reducir el enojo de un padre hacia su esposa o mitigar la tristeza de un padre por la pérdida del matrimonio. Evocando el rol de psicoterapeuta, el evaluador puede sensibilizarse con la circunstancia y angustia de la persona estudiada dado que la empatía es una cualidad inherente al rol de psicoterapeuta y el estudiado de esta manera satisface las necesidades del evaluador de ser necesario y útil.
La Sra. D deseaba obtener el divorcio de su marido luego de diez años de matrimonio. Ella alegaba que su marido, profesor de una universidad muy reconocida sólo tenía tiempo para sus investigaciones. Si bien la señora había comenzado terapia desde hacía unos meses, en muchos momentos de la evaluación lloró lo que impulsó al evaluador a aliviar su tristeza. El Sr. D por su parte participó de la evaluación de una manera indiferente, si bien con sus hijos demostró buena capacidad de empatía y actitudes interaccionales apropiadas a la etapa evolutiva de sus hijos. Desde el comienzo el equipo advirtió en la actitud de la señora sensibilidad y preocupaciones psicológicas por temas específicos, mientras que el señor se mostró distante e indiferente, pareciendo no estar preocupado por el divorcio. Estas actitudes oscurecieron momentáneamente la dificultad de la señora para poner límites a sus hijos y la capacidad de empatía del Sr. D al interactuar con ellos. Sólo posteriormente, al revisar los videotapes de las interacciones, pudieron los evaluadores preguntarse si sus reacciones ante la angustia de la Sra. D y la aparente distancia del Sr. D, los había inducido a desconocer las llamativas diferencias entre ambos padres cuando ellos interactuaban con niños.
La contratransferencia deseo de ayudar puede ser más notoria cuando el evaluador consciente o inconsciente desea salvar a los niños de padres que muestran poca o ninguna empatía por sus hijos y consecuentemente dificultades en priorizar las necesidades de sus hijos por sobre las propias. A diferencia de los colegas que sostienen que la contratransferencia no es un aspecto de la evaluación en temas de tenencia, nosotros encontramos que es difícil hallar un evaluador que se sienta totalmente libre del deseo de salvar a los niños de ser victimizados durante el divorcio de los padres. Resulta difícil predecir el impacto de la contratransferencia tanto en las conclusiones como en las sugerencias ya que este deseo de ayudar a los niños muestra hasta dónde estas evaluaciones están impregnadas de sentimientos fuertes. La contratransferencia deseo de ayudar a los niños surge de la infancia del evaluador como recuerdos conscientes o inconscientes de sentirse inútil o bajo un control parental excesivo que son actualizados durante la evaluación. Al sentirse impotente de niño el evaluador siente el poder suficiente para hacer por el niño lo que no se hizo por él.
La contratransferencia puede surgir directamente de la interacción del evaluador con las personas que estudia o indirectamente a través de pensamientos y sentimientos asociados con individuos involucrados periféricamente en la evaluación. Fuentes de contratransferencia indirecta pueden ser jueces, abogados u otros profesionales de la salud mental. Por ejemplo la importancia de los aspectos económicos de la evaluación, no pueden desconocerse. Las evaluaciones por tenencia son costosas, insumen mucho tiempo y muchas veces proviene la demanda de derivaciones de abogados que se sintieron satisfechos con resultados de evaluaciones anteriores. Esto puede crear un sesgo implícito en las fuentes de derivación que se incrementa a medida que transcurre el tiempo. Especialmente en aquellos casos en donde el mejor interés del niño es difícil de discernir, puede haber un impulso inconsciente a escribir el informe en una manera que pueda resultar aceptable para la fuente de derivación a fin de mantener la probabilidad de nuevas derivaciones.
De la misma manera, el temor a ciertos abogados contenciosos que solicitan evaluaciones severas y cruzadas puede impulsar al evaluador inconscientemente y parcializar sus sugerencias. El siguiente ejemplo ilustra la contratransferencia indirecta.
El abogado S consideraba que un determinado evaluador podía apoyar la posición del padre, a menos que existiese evidencias muy contundentes que apoyaran a la madre. Esta creencia fue comunicada indirectamente al evaluador. Si bien el evaluador negó que esto pudiera ocurrir, regularmente las sugerencias del evaluador, favorecían al padre. En este caso altamente contencioso, un segundo equipo de evaluación fue solicitado por la madre y los resultados favorecieron ampliamente a la madre y no al padre. El primer evaluador conocía y respetaba profesionalmente al segundo equipo de evaluadores y utilizó sus evaluaciones como una oportunidad para revisar concienzudamente su propio trabajo, incluyendo su actitud de favorecer al cliente del abogado S, no reconocida anteriormente.
Cuando se da la contratransferencia indirecta, el evaluador desea satisfacer o apaciguar a otros en lugar de priorizar el mejor interés del niño.
CONTRATRANSFERENCIA QUE SURGE DE ALEGACIONES DE ABUSO SEXUAL
Si una evaluación de tenencia contiene alegaciones de abuso sexual es probable que irrumpan otras reacciones contratransferencia les adicionales. En el evaluador la descripción de los hechos alegados de abuso sexual provocan en él sentimientos de haber sido explotado sexualmente.
Todos acordamos que el abuso sexual de un niño es aborrecible y como el ejemplo a continuación del Sr. E ilustra, la mera alegación de abuso sexual puede sesgar negativamente la opinión del evaluador con respecto al supuesto abusador.
Al final de su primera entrevista el equipo de evaluación se encontraba dispuesto a dar por ciertas las alegaciones de abuso sexual en contra del Sr. E. El señor se encontraba agobiado, no podía mantener límites apropiados y estaba claramente enojado lo que demostraba a través de conductas agresivas. Las impresiones iniciales del equipo no se modificaron hasta que posteriormente pudieron observar a la Sra. E ridiculizando a su marido y desvalorizando sus acciones en frente de los niños. Recién entonces pudieron los evaluadores considerar la posibilidad de una alineación parental de la Sra. E con los niños y examinar la falta que se le imputaba al señor concienzudamente.
Ante la descripción explícita de material sexual surgen fuertes sentimientos contratransferencia les, de toda variedad ya que los propios sentimientos sobre sexualidad del evaluador pueden llevar a que el terapeuta destaque o ignore importante información teñida de sexualidad.
Habiendo explicitado diferentes fuentes de contratransferencia del evaluador en el contexto de la evaluación por tenencia, haremos a continuación algunas sugerencias para manejar eficazmente estos sentimientos. El evaluador debe ser consciente de que la contratransferencia existe y está presente en toda evaluación por tenencia, pero de no reconocérsela puede resultar dañina. Una vez que los evaluadores aceptan que la contratransferencia existe en la evaluación por tenencia, la próxima tarea es identificar cuando la contratransferencia está afectando la percepción que el evaluador tiene de la persona en estudio. Generalmente, el impacto de la contratransferencia se manifiesta cuando el evaluador empieza a actuar en forma atípica durante las evaluaciones. Los evaluadores tienen estilos particulares de trabajar y comprender a quienes estudian. Cuando hay cambios en la forma de abordar las evaluaciones debe considerarse la posibilidad de la contribución de la contratransferencia . Reflejo de contratransferencia pueden sercomentarios sarcásticos, declaraciones defensivas, sentimientos positivos o negativos inusuales o la omisión de datos. Es necesario que el clínico conozca su modalidad de trabajo con las personas que evalúa para poder así identificar las desviaciones que aparezcan en su estilo. En este sentido, el clínico se familiariza con el estilo de trabajo de sus compañeros y pueden ambos advertir cambios en sus estilos. Cuando no se cuenta con equipo, el consultar en forma regular con un colega de confianza puede cumplir la misma función. Una vez que se advierten desviaciones en el estilo de trabajo, el evaluador debe poder discernir cuál es la fuente de contratransferencia ya que son múltiples sus fuentes. ¿Surge la contratransferencia impulsada exclusivamente por el evaluador?. ¿Se está identificando inconscientemente con una cualidad deseada de la persona que estudia, oscureciendo otras características quizás negativas?. ¿Está el evaluador de manera inconsciente esforzándose por complacer a un abogado con la expectativa de futuras evaluaciones? . Por otra parte la contratransferencia puede originarse principalmente en la interacción persona estudiada-evaluador . ¿Está la persona en estudio re-creando una relación temprana, en la cual el evaluador juega el rol de persona estudiada o del otro significativo? . Si es así, ¿cuáles son las características de ese rol y qué información sobre la capacidad de relacionarse de la persona en estudio puede obtenerse de la interacción?. Generalmente tanto el evaluador como la persona estudiada son responsables de la contratransferencia y es posible que se produzcan insights en ambos participantes en este tipo de análisis.
El Sr. F, un papá muy joven que estaba peleando por la tenencia de sus hijos tuvo serias dificultades para cumplir con las demandas en la evaluación. Se quejaba del horario de las entrevistas manifestando temor a perder su trabajo por tener que permanecer tantas horas fuera de él. Frecuentemente llegaba tarde a las citas, y se quejaba por los efectos que la evaluación tenía en su vida. A medida que la evaluación avanzaba, el evaluador se tornó cada vez más preocupado por la forma en que la evaluación estaba afectando la vida del Sr. F. El evaluador empezó a sentirse culpable y a proteger a este joven. La naturaleza de esta identificació n proyectiva se hizo evidente cuando el coevaluador planteó objeciones a las sugerencias del evaluador de que las reuniones se llevaran a cabo muy tarde a fin de acomodarse a los horarios de quien estaba estudiando. Una vez que se hizo consciente este proceso, el evaluador pudo llegar a entender cómo el Sr. F inducía culpa en los demás. Incluso en sus niños a fin de satisfacer sus propias necesidades.
Los evaluadores advierten principalmente la motivación y capacidad de los padres de colocar los intereses de los hijos por sobre las propias. La capacidad de abnegación no garantiza que uno es un buen padre, pero sí es un primero y vital escalón. El colocar en primer lugar las necesidades de los niños es una de las metas del evaluador en temas de tenencia, evaluar el mejor interés de los niños sin teñirlo de las propias necesidades. Un proceso paralelo ocurre cuando padre e hijo están por un lado y el evaluador y el hijo por otra. Los evaluadores se ven sometidos a las mismas demandas que los padres y al deseo de sentirse necesitados, importantes y justos. La tarea del evaluador es entonces hacer uso de la contratransferencia en el mejor interés del niño. Esto se hace directamente a través de desviaciones en las formas típicas de trabajar con las personas que estudia, e indirectamente usando la contratransferencia para comprender mejor a las partes y su situación. El apoyarse en un equipo para reconocer y hacer buen uso de la contratransferencia resulta útil, pero no siempre es necesario. A los evaluadores las consultas regulares, un profundo análisis personal y psicoterapia individual puede posibilitarle el acceso consciente a los procesos inconscientes lo que es esencial para poder efectuar sugerencias equilibradas y no sesgadas.
Sobre los autores: Michael R. Freedman, Ph. D. Es psicólogo clínico en Boulder, Colorado, se especializa en psicoterapia, como así también en evaluaciones forenses de tenencia de niños. Samuel J. Rosenberg Ph. D. psicólogo clínico en Louisville, Colorado, especializado en psicoterapia, evaluaciones forenses y en asesoramiento psicológico neuropsicológico. Dawn Gettman Felzien, L.C.S.W. se especializa en evaluaciones de tenencia y trabaja en la práctica privada en Boulder, Colorado. Susan Van scoyk, M.D. es psiquiatra de niños y familias en Denver, Colorado.
Traducción: Lic. Mercedes de la Rúa.
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